17_01_07

CONSAGRACION TOTAL A MARIA DÍA 8º.

DÍA 8º.





Oraciones preliminares

CÓMO SE HA DE RESISTIR
A LAS TENTACIONES

Mientras en el mundo vivimos no podemos estar sin tribulaciones y tentaciones.
Por lo cual está escrito en Job: Tentación es la vida del hombre sobre la tierra.
Por eso cada uno debe tener mucho cuidado acerca de la tentación,  y velar en oración,  porque no halle el demonio lugar de engañarle, que nunca duerme, sino busca por todos lados a quien tragarse.
Ninguno hay tan santo ni tan perfecto que no tenga algunas veces tentaciones, y no podemos vivir sin ellas.
Mas las tentaciones son muchas veces utilísimas al hombre, aunque sean graves y pesadas; porque en ellas es uno humillado, purgado y enseñado.
Todos los santos, por muchas tribulaciones y tentaciones pasaron, y aprovecharon.
Y los que no las quisieron sufrir y llevar bien, fueron tenidos por malos y desfallecieron.
No hay orden ni religión tan santa, ni lugar tan secreto, donde no haya tentaciones y adversidades.
No hay hombre seguro del todo de tentaciones mientras que vive; porque en nosotros mismos está la causa de donde vienen, pues que nacimos con la inclinación al pecado.
Pasada una tentación o tribulación sobreviene otra, y siempre tendremos que sufrir, porque se perdió el bien de nuestra primera felicidad.
Muchos quieren huir de las tentaciones, y caen en ellas más gravemente.
No se pueden vencer sólo con huirlas; con paciencia y verdadera humildad nos hacemos más fuertes que todos los enemigos.
El que solamente quita lo que se ve y no arranca la raíz, poco aprovechará; antes tornarán a él más presto las tentaciones, y se hallará peor.
Poco a poco, con paciencia y buen ánimo, vencerás (con el favor divino) mejor que no con tu propio conato y fatiga.

Toma muchas veces consejo en la tentación, y no seas desabrido con el que está tentado; antes procura consolarle como tú lo quisieras para ti.
El principio de toda tentación es la inconstancia del ánimo y la poca confianza en Dios.
Porque como la nave sin timón la llevan a una y otra parte las olas, así el hombre descuidado y que desiste de sus propósitos es tentado de diversas maneras.
(Imitación de Cristo, libro I, cap. 13)