18_08_11

NOVENA A LA ASUNCIÓN DE MARÍA AL CIELO, Día 9



NOVENA A LA ASUNCIÓN DE MARÍA
 AL CIELO

"POR LA CONVERSION DE LOS INFIELES"

¡Dios te salve, María, Virgen y Madre de Dios! Aunque miserable pecador, vengo con la mayor confianza a postrarme a vuestros pies santísimos, bien persuadido de ser por ti socorrido de que eres la que, con tu gracia y protección poderosa, alcanzas al género humano todas las gracias del Señor. Y si estas suplicas no bastaran pongo por medianeros y abogados a los nueve coros de los Ángeles, a los Patriarcas, y Profetas, a los Apóstoles y Evangelistas, a los Mártires, Pontífices y Confesores; a las Vírgenes y Viudas; a todos los Santos del Cielo en especial al Cura de Ars, Santa Filomena, San Francisco de Asís, San Benito y justos de la tierra. Cuiden de esta página y de lo que aquí se publica para el beneficio de los fieles de la Iglesia Católica; con el único fin de propagar la fe. Para Mayor Gloria de Dios.


NOVENA A LA ASUNCIÓN DE MARÍA
 AL CIELO

Oración Preparatoria. — Alegrémonos en la festividad de la Asunción de María al Cielo. Oh Madre, haced que algún día podamos acompañaros en la Gloria. Amén.


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

  
ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Criador, Padre y Redentor mío, en quien creo, en quien espero, a quien amo más que a mi alma, más que a mi vida y más que a todas las cosas: por ser Vos quien sois, y por vuestra bondad infinita, a mí me pesa, pésame mi Dios de todo corazón de haberos ofendido: propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Os ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y así como os lo suplico, así confío en vuestra divina bondad y misericordia infinita me los perdonaréis por los merecimientos de vuestra preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, me daréis gracia para enmendar mi vida y para perseverar en vuestro santo servicio hasta la hora de mi muerte. Amén.


ORACIÓN INICIAL PARA TODOS LOS DÍAS

Soberana Virgen María, Madre de Dios y Madre mía, aquí tenéis postrado a vuestros sacratísimos pies a este hijo pródigo, penetrado de confusión, de dolor y de arrepentimiento por haber pecado contra el cielo y contra Vos: conozco, Señora, y confieso en presencia del cielo y de la tierra, que no soy digno de honrarme con el título de hijo vuestro: recibid, Madre de misericordia, esta humilde confesión de mi fea ingratitud, y mala correspondencia, dispensándome la gracia de admitirme en el número de vuestros esclavos: miradme con ojos de piedad, como acostumbráis ejecutarlo con vuestros siervos; y alcanzadme del Todopoderoso la gracia que principalmente os pido en esta santa Novena; y es, que reconocido de todos los yerros y extravíos de mi vida pasada, empiece desde ahora a llorar con amargas lágrimas todas mis culpas, a implorar las divinas misericordias, arreglando los pasos de mi vida de tal manera que logre por vuestra poderosa intercesión una preciosa muerte para gozar de Dios en vuestra compañía por eternidades de gloria. Amén.


Día 9. Confianza en María. ¿Quién no confiara en María al considerar su grande poder, su inmensa sabiduría y su grande amor hacia Dios y hacia nosotros? Confiemos en María. Acudamos a su poderosa intercesión.



Santo Rosario o Padre Nuestro, 3 Ave María y Gloria


Oración Final

  Mi Dios, en quien espero, por ser un Señor de un infinito poder, que conducís al puerto de eterna salvación a todos los que esperan en Vos: que premiasteis la esperanza de nuestros. Padres, no permitiendo fuesen confundidos, y libertándoles con vuestro brazo omnipotente de la eterna confusión de los malos: mi buen Dios, que en justa remuneración de aquella firme esperanza que depositó en solo Vos María Santísima, honrasteis a esta Señora en el día de su Asunción a los Cielos con la posesión de aquel sumo y eterno bien, por quien tanto había suspirado: concededme, Señor, por su intercesión poderosa, que a imitación suya viva yo animado de aquella firme esperanza, que separando mi corazón de todos los bienes aparentes de la tierra, suspire continuamente por la posesión de aquellos bienes verdaderos, que disfrutan los justos en vuestra gloria. Amén.


Oh Virgen, que habéis sido exaltada sobre todos los coros de los Ángeles, miradnos compasiva a los que somos hijos vuestros y que luchamos aun en este valle de lagrimas y miserias. Salvadnos. Amén.



Gozos

Muéstrate, dulce abogada,
del que implora tu favor.
En cuerpo y alma elevada,
Virgen Madre del Señor:
Muéstrate, dulce abogada,
del que implora tu favor.

En la tierra padecía
tristeza tu Corazón
suspiros en profusión
lanzabas de noche y día
al Cielo, que recibía
tus ansias y tu clamor.

Muéstrate, dulce...
Un arcángel refulgente
te anuncia dichosa nueva,
que el Señor Omnipotente
al cielo empíreo te eleva.
¡Oh Madre! contigo lleva nuestro
anhelo y nuestro amor.

Muéstrate, dulce...
Aunque el tributo rendiste
que debe la humanidad,
Tú, sin mancha original,
intacto tu cuerpo existe
en la tumba, y Dios lo viste
de célico resplandor.

Muéstrate, dulce...
Entre coros celestiales
que te alaban a porfía
del Cielo, gran Madre mía,
atraviesas lo umbrales.
Por nosotros, los mortales,
intercede con ardor.

Muéstrate, dulce ...
El Empíreo proclamaba
tu dominio universal,
mientras Dios te entronizaba
como Reina celestial:
al inválido mortal
tiende el cetro protector.

Muéstratre, dulce...
Haz que toda nuestra vida,
prendados de tus primores,
entonemos tus loores,
te alabemos sin medida:
y haz, también que en la partida
nos admita el Salvador.

Muéstrate, dulce...
En cuerpo y alma elevada
Virgen Madre del Señor:
Muéstrate, dulce abogada,
del que implora tu favor.



A LA VIRGEN SANTISIMA
en su Asunción al Cielo.

Oración. — Señor Dios nuestro, imploramos vuestra clemencia para que, cuantos celebramos la Asunción de la Madre de Dios al cielo, nos veamos libres, por su intercesión, de todos los males que nos amargan. Os lo pedimos por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Para obtener las gracias que hemos pedido, saludaremos a la santísima Virgen con las siguientes deprecaciones:

1.ª — Oh María, por vuestra santa muerte, alcanzadme una muerte libre de todo pecado. Amen.— Avemaría.

2.ª — Oh María, por vuestra resurrección a una vida inmortal y gloriosa, obtenedme que resucite yo glorioso con los justos en el ultimo día. Amen.— Avemaría.

3.ª— Oh María, por vuestra Asunción al Cielo, en cuerpo y alma, alcanzadme que logre yo salvar mi alma y gozar eternamente en vuestra compañía. Amen.— Avemaría.

4.ª — Oh María, por vuestra exaltación sobre los Ángeles y por vuestro poder sobre los demonios, alcanzadme que venza al infernal enemigo y que sepa dominar mis pasiones. Amen.— Avemaría.

5.ª — Oh María, por vuestra coronación sobre todo lo creado y por haber sido elegida Abogada de todos los hombres, alcanzadme una filial confianza en Vos y acordaos de mi en todas mis necesidades, peligros y tentaciones. Amén. —Avemaría.

NOVENA A LA ASUNCIÓN DE MARÍA AL CIELO, Día 8



NOVENA A LA ASUNCIÓN DE MARÍA
 AL CIELO

"POR LA CONVERSION DE LOS INFIELES"

¡Dios te salve, María, Virgen y Madre de Dios! Aunque miserable pecador, vengo con la mayor confianza a postrarme a vuestros pies santísimos, bien persuadido de ser por ti socorrido de que eres la que, con tu gracia y protección poderosa, alcanzas al género humano todas las gracias del Señor. Y si estas suplicas no bastaran pongo por medianeros y abogados a los nueve coros de los Ángeles, a los Patriarcas, y Profetas, a los Apóstoles y Evangelistas, a los Mártires, Pontífices y Confesores; a las Vírgenes y Viudas; a todos los Santos del Cielo en especial al Cura de Ars, Santa Filomena, San Francisco de Asís, San Benito y justos de la tierra. Cuiden de esta página y de lo que aquí se publica para el beneficio de los fieles de la Iglesia Católica; con el único fin de propagar la fe. Para Mayor Gloria de Dios.


NOVENA A LA ASUNCIÓN DE MARÍA
 AL CIELO

Oración Preparatoria. — Alegrémonos en la festividad de la Asunción de María al Cielo. Oh Madre, haced que algún día podamos acompañaros en la Gloria. Amén.


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

  
ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Criador, Padre y Redentor mío, en quien creo, en quien espero, a quien amo más que a mi alma, más que a mi vida y más que a todas las cosas: por ser Vos quien sois, y por vuestra bondad infinita, a mí me pesa, pésame mi Dios de todo corazón de haberos ofendido: propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Os ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y así como os lo suplico, así confío en vuestra divina bondad y misericordia infinita me los perdonaréis por los merecimientos de vuestra preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, me daréis gracia para enmendar mi vida y para perseverar en vuestro santo servicio hasta la hora de mi muerte. Amén.


ORACIÓN INICIAL PARA TODOS LOS DÍAS

Soberana Virgen María, Madre de Dios y Madre mía, aquí tenéis postrado a vuestros sacratísimos pies a este hijo pródigo, penetrado de confusión, de dolor y de arrepentimiento por haber pecado contra el cielo y contra Vos: conozco, Señora, y confieso en presencia del cielo y de la tierra, que no soy digno de honrarme con el título de hijo vuestro: recibid, Madre de misericordia, esta humilde confesión de mi fea ingratitud, y mala correspondencia, dispensándome la gracia de admitirme en el número de vuestros esclavos: miradme con ojos de piedad, como acostumbráis ejecutarlo con vuestros siervos; y alcanzadme del Todopoderoso la gracia que principalmente os pido en esta santa Novena; y es, que reconocido de todos los yerros y extravíos de mi vida pasada, empiece desde ahora a llorar con amargas lágrimas todas mis culpas, a implorar las divinas misericordias, arreglando los pasos de mi vida de tal manera que logre por vuestra poderosa intercesión una preciosa muerte para gozar de Dios en vuestra compañía por eternidades de gloria. Amén.


Día 8. Coronación de María. La Santísima Trinidad corono a María con corona de poder, de sabiduría y de amor. El infierno tiembla al solo Nombre de María. Nada ni nadie puede resistir al poder de María.



Santo Rosario o Padre Nuestro, 3 Ave María y Gloria


Oración Final

  Mi Dios, en quien espero, por ser un Señor de un infinito poder, que conducís al puerto de eterna salvación a todos los que esperan en Vos: que premiasteis la esperanza de nuestros. Padres, no permitiendo fuesen confundidos, y libertándoles con vuestro brazo omnipotente de la eterna confusión de los malos: mi buen Dios, que en justa remuneración de aquella firme esperanza que depositó en solo Vos María Santísima, honrasteis a esta Señora en el día de su Asunción a los Cielos con la posesión de aquel sumo y eterno bien, por quien tanto había suspirado: concededme, Señor, por su intercesión poderosa, que a imitación suya viva yo animado de aquella firme esperanza, que separando mi corazón de todos los bienes aparentes de la tierra, suspire continuamente por la posesión de aquellos bienes verdaderos, que disfrutan los justos en vuestra gloria. Amén.


Oh Virgen, que habéis sido exaltada sobre todos los coros de los Ángeles, miradnos compasiva a los que somos hijos vuestros y que luchamos aun en este valle de lagrimas y miserias. Salvadnos. Amén.



Gozos

Muéstrate, dulce abogada,
del que implora tu favor.
En cuerpo y alma elevada,
Virgen Madre del Señor:
Muéstrate, dulce abogada,
del que implora tu favor.

En la tierra padecía
tristeza tu Corazón
suspiros en profusión
lanzabas de noche y día
al Cielo, que recibía
tus ansias y tu clamor.

Muéstrate, dulce...
Un arcángel refulgente
te anuncia dichosa nueva,
que el Señor Omnipotente
al cielo empíreo te eleva.
¡Oh Madre! contigo lleva nuestro
anhelo y nuestro amor.

Muéstrate, dulce...
Aunque el tributo rendiste
que debe la humanidad,
Tú, sin mancha original,
intacto tu cuerpo existe
en la tumba, y Dios lo viste
de célico resplandor.

Muéstrate, dulce...
Entre coros celestiales
que te alaban a porfía
del Cielo, gran Madre mía,
atraviesas lo umbrales.
Por nosotros, los mortales,
intercede con ardor.

Muéstrate, dulce ...
El Empíreo proclamaba
tu dominio universal,
mientras Dios te entronizaba
como Reina celestial:
al inválido mortal
tiende el cetro protector.

Muéstratre, dulce...
Haz que toda nuestra vida,
prendados de tus primores,
entonemos tus loores,
te alabemos sin medida:
y haz, también que en la partida
nos admita el Salvador.

Muéstrate, dulce...
En cuerpo y alma elevada
Virgen Madre del Señor:
Muéstrate, dulce abogada,
del que implora tu favor.



A LA VIRGEN SANTISIMA
en su Asunción al Cielo.

Oración. — Señor Dios nuestro, imploramos vuestra clemencia para que, cuantos celebramos la Asunción de la Madre de Dios al cielo, nos veamos libres, por su intercesión, de todos los males que nos amargan. Os lo pedimos por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Para obtener las gracias que hemos pedido, saludaremos a la santísima Virgen con las siguientes deprecaciones:

1.ª — Oh María, por vuestra santa muerte, alcanzadme una muerte libre de todo pecado. Amen.— Avemaría.

2.ª — Oh María, por vuestra resurrección a una vida inmortal y gloriosa, obtenedme que resucite yo glorioso con los justos en el ultimo día. Amen.— Avemaría.

3.ª— Oh María, por vuestra Asunción al Cielo, en cuerpo y alma, alcanzadme que logre yo salvar mi alma y gozar eternamente en vuestra compañía. Amen.— Avemaría.

4.ª — Oh María, por vuestra exaltación sobre los Ángeles y por vuestro poder sobre los demonios, alcanzadme que venza al infernal enemigo y que sepa dominar mis pasiones. Amen.— Avemaría.

5.ª — Oh María, por vuestra coronación sobre todo lo creado y por haber sido elegida Abogada de todos los hombres, alcanzadme una filial confianza en Vos y acordaos de mi en todas mis necesidades, peligros y tentaciones. Amén. —Avemaría.

NOVENA A LA ASUNCIÓN DE MARÍA AL CIELO, Día 7



NOVENA A LA ASUNCIÓN DE MARÍA
 AL CIELO

"POR LA CONVERSION DE LOS INFIELES"

¡Dios te salve, María, Virgen y Madre de Dios! Aunque miserable pecador, vengo con la mayor confianza a postrarme a vuestros pies santísimos, bien persuadido de ser por ti socorrido de que eres la que, con tu gracia y protección poderosa, alcanzas al género humano todas las gracias del Señor. Y si estas suplicas no bastaran pongo por medianeros y abogados a los nueve coros de los Ángeles, a los Patriarcas, y Profetas, a los Apóstoles y Evangelistas, a los Mártires, Pontífices y Confesores; a las Vírgenes y Viudas; a todos los Santos del Cielo en especial al Cura de Ars, Santa Filomena, San Francisco de Asís, San Benito y justos de la tierra. Cuiden de esta página y de lo que aquí se publica para el beneficio de los fieles de la Iglesia Católica; con el único fin de propagar la fe. Para Mayor Gloria de Dios.


NOVENA A LA ASUNCIÓN DE MARÍA
 AL CIELO

Oración Preparatoria. — Alegrémonos en la festividad de la Asunción de María al Cielo. Oh Madre, haced que algún día podamos acompañaros en la Gloria. Amén.


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

  
ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Criador, Padre y Redentor mío, en quien creo, en quien espero, a quien amo más que a mi alma, más que a mi vida y más que a todas las cosas: por ser Vos quien sois, y por vuestra bondad infinita, a mí me pesa, pésame mi Dios de todo corazón de haberos ofendido: propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Os ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y así como os lo suplico, así confío en vuestra divina bondad y misericordia infinita me los perdonaréis por los merecimientos de vuestra preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, me daréis gracia para enmendar mi vida y para perseverar en vuestro santo servicio hasta la hora de mi muerte. Amén.


ORACIÓN INICIAL PARA TODOS LOS DÍAS

Soberana Virgen María, Madre de Dios y Madre mía, aquí tenéis postrado a vuestros sacratísimos pies a este hijo pródigo, penetrado de confusión, de dolor y de arrepentimiento por haber pecado contra el cielo y contra Vos: conozco, Señora, y confieso en presencia del cielo y de la tierra, que no soy digno de honrarme con el título de hijo vuestro: recibid, Madre de misericordia, esta humilde confesión de mi fea ingratitud, y mala correspondencia, dispensándome la gracia de admitirme en el número de vuestros esclavos: miradme con ojos de piedad, como acostumbráis ejecutarlo con vuestros siervos; y alcanzadme del Todopoderoso la gracia que principalmente os pido en esta santa Novena; y es, que reconocido de todos los yerros y extravíos de mi vida pasada, empiece desde ahora a llorar con amargas lágrimas todas mis culpas, a implorar las divinas misericordias, arreglando los pasos de mi vida de tal manera que logre por vuestra poderosa intercesión una preciosa muerte para gozar de Dios en vuestra compañía por eternidades de gloria. Amén.


Día 7. Exaltación de María. Fue ella exaltada sobre todos los Ángeles. Mírala: Ella se llamaba esclava del Señor y ahora es declarada Reina y Señora de todo lo creado. Así premia Dios a los que son humildes.


Santo Rosario o Padre Nuestro, 3 Ave María y Gloria


Oración Final

  Mi Dios, en quien espero, por ser un Señor de un infinito poder, que conducís al puerto de eterna salvación a todos los que esperan en Vos: que premiasteis la esperanza de nuestros. Padres, no permitiendo fuesen confundidos, y libertándoles con vuestro brazo omnipotente de la eterna confusión de los malos: mi buen Dios, que en justa remuneración de aquella firme esperanza que depositó en solo Vos María Santísima, honrasteis a esta Señora en el día de su Asunción a los Cielos con la posesión de aquel sumo y eterno bien, por quien tanto había suspirado: concededme, Señor, por su intercesión poderosa, que a imitación suya viva yo animado de aquella firme esperanza, que separando mi corazón de todos los bienes aparentes de la tierra, suspire continuamente por la posesión de aquellos bienes verdaderos, que disfrutan los justos en vuestra gloria. Amén.


Oh Virgen, que habéis sido exaltada sobre todos los coros de los Ángeles, miradnos compasiva a los que somos hijos vuestros y que luchamos aun en este valle de lagrimas y miserias. Salvadnos. Amén.



Gozos

Muéstrate, dulce abogada,
del que implora tu favor.
En cuerpo y alma elevada,
Virgen Madre del Señor:
Muéstrate, dulce abogada,
del que implora tu favor.

En la tierra padecía
tristeza tu Corazón
suspiros en profusión
lanzabas de noche y día
al Cielo, que recibía
tus ansias y tu clamor.

Muéstrate, dulce...
Un arcángel refulgente
te anuncia dichosa nueva,
que el Señor Omnipotente
al cielo empíreo te eleva.
¡Oh Madre! contigo lleva nuestro
anhelo y nuestro amor.

Muéstrate, dulce...
Aunque el tributo rendiste
que debe la humanidad,
Tú, sin mancha original,
intacto tu cuerpo existe
en la tumba, y Dios lo viste
de célico resplandor.

Muéstrate, dulce...
Entre coros celestiales
que te alaban a porfía
del Cielo, gran Madre mía,
atraviesas lo umbrales.
Por nosotros, los mortales,
intercede con ardor.

Muéstrate, dulce ...
El Empíreo proclamaba
tu dominio universal,
mientras Dios te entronizaba
como Reina celestial:
al inválido mortal
tiende el cetro protector.

Muéstratre, dulce...
Haz que toda nuestra vida,
prendados de tus primores,
entonemos tus loores,
te alabemos sin medida:
y haz, también que en la partida
nos admita el Salvador.

Muéstrate, dulce...
En cuerpo y alma elevada
Virgen Madre del Señor:
Muéstrate, dulce abogada,
del que implora tu favor.



A LA VIRGEN SANTISIMA
en su Asunción al Cielo.

Oración. — Señor Dios nuestro, imploramos vuestra clemencia para que, cuantos celebramos la Asunción de la Madre de Dios al cielo, nos veamos libres, por su intercesión, de todos los males que nos amargan. Os lo pedimos por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Para obtener las gracias que hemos pedido, saludaremos a la santísima Virgen con las siguientes deprecaciones:

1.ª — Oh María, por vuestra santa muerte, alcanzadme una muerte libre de todo pecado. Amen.— Avemaría.

2.ª — Oh María, por vuestra resurrección a una vida inmortal y gloriosa, obtenedme que resucite yo glorioso con los justos en el ultimo día. Amen.— Avemaría.

3.ª— Oh María, por vuestra Asunción al Cielo, en cuerpo y alma, alcanzadme que logre yo salvar mi alma y gozar eternamente en vuestra compañía. Amen.— Avemaría.

4.ª — Oh María, por vuestra exaltación sobre los Ángeles y por vuestro poder sobre los demonios, alcanzadme que venza al infernal enemigo y que sepa dominar mis pasiones. Amen.— Avemaría.

5.ª — Oh María, por vuestra coronación sobre todo lo creado y por haber sido elegida Abogada de todos los hombres, alcanzadme una filial confianza en Vos y acordaos de mi en todas mis necesidades, peligros y tentaciones. Amén. —Avemaría.


18_08_08

NOVENA A LA ASUNCIÓN DE MARÍA AL CIELO, Día 6




NOVENA A LA ASUNCIÓN DE MARÍA
 AL CIELO

"POR LA CONVERSION DE LOS INFIELES"

¡Dios te salve, María, Virgen y Madre de Dios! Aunque miserable pecador, vengo con la mayor confianza a postrarme a vuestros pies santísimos, bien persuadido de ser por ti socorrido de que eres la que, con tu gracia y protección poderosa, alcanzas al género humano todas las gracias del Señor. Y si estas suplicas no bastaran pongo por medianeros y abogados a los nueve coros de los Ángeles, a los Patriarcas, y Profetas, a los Apóstoles y Evangelistas, a los Mártires, Pontífices y Confesores; a las Vírgenes y Viudas; a todos los Santos del Cielo en especial al Cura de Ars, Santa Filomena, San Francisco de Asís, San Benito y justos de la tierra. Cuiden de esta página y de lo que aquí se publica para el beneficio de los fieles de la Iglesia Católica; con el único fin de propagar la fe. Para Mayor Gloria de Dios.


NOVENA A LA ASUNCIÓN DE MARÍA
 AL CIELO

Oración Preparatoria. — Alegrémonos en la festividad de la Asunción de María al Cielo. Oh Madre, haced que algún día podamos acompañaros en la Gloria. Amén.


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

  
ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Criador, Padre y Redentor mío, en quien creo, en quien espero, a quien amo más que a mi alma, más que a mi vida y más que a todas las cosas: por ser Vos quien sois, y por vuestra bondad infinita, a mí me pesa, pésame mi Dios de todo corazón de haberos ofendido: propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Os ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y así como os lo suplico, así confío en vuestra divina bondad y misericordia infinita me los perdonaréis por los merecimientos de vuestra preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, me daréis gracia para enmendar mi vida y para perseverar en vuestro santo servicio hasta la hora de mi muerte. Amén.


ORACIÓN INICIAL PARA TODOS LOS DÍAS

Soberana Virgen María, Madre de Dios y Madre mía, aquí tenéis postrado a vuestros sacratísimos pies a este hijo pródigo, penetrado de confusión, de dolor y de arrepentimiento por haber pecado contra el cielo y contra Vos: conozco, Señora, y confieso en presencia del cielo y de la tierra, que no soy digno de honrarme con el título de hijo vuestro: recibid, Madre de misericordia, esta humilde confesión de mi fea ingratitud, y mala correspondencia, dispensándome la gracia de admitirme en el número de vuestros esclavos: miradme con ojos de piedad, como acostumbráis ejecutarlo con vuestros siervos; y alcanzadme del Todopoderoso la gracia que principalmente os pido en esta santa Novena; y es, que reconocido de todos los yerros y extravíos de mi vida pasada, empiece desde ahora a llorar con amargas lágrimas todas mis culpas, a implorar las divinas misericordias, arreglando los pasos de mi vida de tal manera que logre por vuestra poderosa intercesión una preciosa muerte para gozar de Dios en vuestra compañía por eternidades de gloria. Amén.


Día 6. Asunción de María. La gloria de que gozaba María se transfundió al cuerpo, y en cuerpo y alma subió al Cielo. ¡Qué entrada tan solemne hizo Ella!


Santo Rosario o Padre Nuestro, 3 Ave María y Gloria


Oración Final

  Mi Dios, en quien espero, por ser un Señor de un infinito poder, que conducís al puerto de eterna salvación a todos los que esperan en Vos: que premiasteis la esperanza de nuestros. Padres, no permitiendo fuesen confundidos, y libertándoles con vuestro brazo omnipotente de la eterna confusión de los malos: mi buen Dios, que en justa remuneración de aquella firme esperanza que depositó en solo Vos María Santísima, honrasteis a esta Señora en el día de su Asunción a los Cielos con la posesión de aquel sumo y eterno bien, por quien tanto había suspirado: concededme, Señor, por su intercesión poderosa, que a imitación suya viva yo animado de aquella firme esperanza, que separando mi corazón de todos los bienes aparentes de la tierra, suspire continuamente por la posesión de aquellos bienes verdaderos, que disfrutan los justos en vuestra gloria. Amén.


Oh Virgen, que habéis sido exaltada sobre todos los coros de los Ángeles, miradnos compasiva a los que somos hijos vuestros y que luchamos aun en este valle de lagrimas y miserias. Salvadnos. Amén.



Gozos

Muéstrate, dulce abogada,
del que implora tu favor.
En cuerpo y alma elevada,
Virgen Madre del Señor:
Muéstrate, dulce abogada,
del que implora tu favor.

En la tierra padecía
tristeza tu Corazón
suspiros en profusión
lanzabas de noche y día
al Cielo, que recibía
tus ansias y tu clamor.

Muéstrate, dulce...
Un arcángel refulgente
te anuncia dichosa nueva,
que el Señor Omnipotente
al cielo empíreo te eleva.
¡Oh Madre! contigo lleva nuestro
anhelo y nuestro amor.

Muéstrate, dulce...
Aunque el tributo rendiste
que debe la humanidad,
Tú, sin mancha original,
intacto tu cuerpo existe
en la tumba, y Dios lo viste
de célico resplandor.

Muéstrate, dulce...
Entre coros celestiales
que te alaban a porfía
del Cielo, gran Madre mía,
atraviesas lo umbrales.
Por nosotros, los mortales,
intercede con ardor.

Muéstrate, dulce ...
El Empíreo proclamaba
tu dominio universal,
mientras Dios te entronizaba
como Reina celestial:
al inválido mortal
tiende el cetro protector.

Muéstratre, dulce...
Haz que toda nuestra vida,
prendados de tus primores,
entonemos tus loores,
te alabemos sin medida:
y haz, también que en la partida
nos admita el Salvador.

Muéstrate, dulce...
En cuerpo y alma elevada
Virgen Madre del Señor:
Muéstrate, dulce abogada,
del que implora tu favor.



A LA VIRGEN SANTISIMA
en su Asunción al Cielo.

Oración. — Señor Dios nuestro, imploramos vuestra clemencia para que, cuantos celebramos la Asunción de la Madre de Dios al cielo, nos veamos libres, por su intercesión, de todos los males que nos amargan. Os lo pedimos por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Para obtener las gracias que hemos pedido, saludaremos a la santísima Virgen con las siguientes deprecaciones:

1.ª — Oh María, por vuestra santa muerte, alcanzadme una muerte libre de todo pecado. Amen.— Avemaría.

2.ª — Oh María, por vuestra resurrección a una vida inmortal y gloriosa, obtenedme que resucite yo glorioso con los justos en el ultimo día. Amen.— Avemaría.

3.ª— Oh María, por vuestra Asunción al Cielo, en cuerpo y alma, alcanzadme que logre yo salvar mi alma y gozar eternamente en vuestra compañía. Amen.— Avemaría.

4.ª — Oh María, por vuestra exaltación sobre los Ángeles y por vuestro poder sobre los demonios, alcanzadme que venza al infernal enemigo y que sepa dominar mis pasiones. Amen.— Avemaría.

5.ª — Oh María, por vuestra coronación sobre todo lo creado y por haber sido elegida Abogada de todos los hombres, alcanzadme una filial confianza en Vos y acordaos de mi en todas mis necesidades, peligros y tentaciones. Amén. —Avemaría.