18_05_12

Consagración del Mundo. Rosario sin Fronteras




FATIMA, POR LA FAMILIA, POR LA VIDA,
 POR LA IGLESIA

CONSAGRANDO NUESTROS PUEBLOS


1.- Rezo del Santo Rosario con las Letanías.





2.- Renovación de la Consagración Personal.



ORACIÓN CONSAGRACIÓN Y REPARACIÓN AL 
INMACULADO CORAZÓN

Oración de Consagración escrita 
por San Maxilimiano  Mª Kolbe:

“Oh Inmaculada, reina del cielo y de la tierra, refugio de los pecadores y Madre nuestra amorosísima, a quien Dios confió la economía de la Misericordia. 
Yo, (su nombre), pecador indigno, me postro ante ti, suplicando que aceptes todo mi ser como cosa y posesión tuya.
A ti, Oh Madre, ofrezco todas las dificultades de mi alma y mi cuerpo, toda la vida, muerte y eternidad. Dispón también, si lo deseas, de todo mi ser, sin ninguna reserva, para cumplir lo que de ti ha sido dicho: “Ella te aplastará la cabeza” (Gen 3:15), y también: “Tú has derrotado todas las herejías en el mundo”. Haz que en tus manos purísimas y misericordiosas, me convierta en instrumento útil para introducir y aumentar tu gloria en tantas almas tibias e indiferentes, y de este modo, aumento en cuanto sea posible el bienaventurado Reino del Sagrado Corazón de Jesús. Donde tú entras, Oh Inmaculada, obtienes la gracia de la conversión y la santificación, ya que toda gracia que fluye del Corazón de Jesús para nosotros, nos llega a través de tus manos.

V. Ayúdame a alabarte, Oh Virgen Santa
R. y dame fuerza contra tus enemigos. Amén. 



3.-  Rezo de la Coronilla a la Divina Misericordia





4.- Oración de Reparación al Inmaculado Corazón



ORACIÓN DE  REPARACIÓN AL 
INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

¡Oh Madre nuestra dulcísima! Permite por piedad que nosotros tus devotos hijos, unidos en un solo pensamiento de veneración y amor, vengamos a reparar las horrendas ofensas que cometen contra Ti tantos desventurados que no conocen el paraíso de bondad y de misericordia de tu corazón maternal.

De la horribles ofensas que se cometen contra tu dulcísimo Jesús, te consolaremos oh María .

De la espada de dolor que hijos degenerados quieren nuevamente clavar en tu corazón maternal, te consolaremos oh María.

De las blasfemias nefandas que se vomitan contra tu purísimo y santísimo nombre, te consolaremos oh María.

De las infames negaciones que se hacen de tus privilegios y de tus glorias más excelsas, te consolaremos oh María.

De los insultos que los protestantes y otros herejes lanzan contra tu culto dulcísimo, te consolaremos oh María.

De las sacrílegas afrentas que los impíos cometen contra tus carísimas imágenes, te consolaremos oh María.

De las profanaciones que se cometen en tus santuarios, te consolaremos oh María.

De las ofensas contra la virtud angelical que en Ti se personifica, te consolaremos oh María.

De los ultrajes que se cometen con las modas perversas, contra la dignidad de la mujer, por Ti reivindicada y santificada, te consolaremos oh María.

De los horrendos delitos con que se aparta a los inocentes de tu seno maternal, te consolaremos oh María.

De las incomprensiones de tus derechos divinamente maternales, por parte de tantas madres, te consolaremos oh María.

De las ingratitudes de tantos hijos a tus gracias bellas, te consolaremos oh María.

De la frialdad de tantos corazones frente a tus ternuras maternales, te consolaremos oh María.

Del desprecio de tus invitaciones de amor, te consolaremos oh María.

De la cruel indiferencia de tantos corazones, te consolaremos oh María.

De tus lágrimas maternales, te consolaremos oh María.

De las angustias de tu dulcísimo corazón, te consolaremos, oh María.

De las agonías de tu alma santísima en tantos Calvarios, te consolaremos oh María.

De tus suspiros de amor, te consolaremos oh María.

Del martirio que te ocasiona la pérdida de tantas almas redimidas por la sangre de tu Jesús y por tus lágrimas, te consolaremos oh María.

De los horrendos atentados que se cometen contra tu Jesús, que vive en su Vicario y en sus sacerdotes, te consolaremos oh  María.

De la conjuración infernal contra la vida de tu Jesús en su Iglesia, te consolaremos oh María.

¡Oh Madre santa dulcísima, que en el heroísmo de tu amor maternal, al pie de la cruz, rogaste por aquellos crueles que martirizaban tan atrozmente a tu amado Hijo Jesús y desgarraban tu Corazón ternísimo! Ten piedad de todos los desventurados e indignos que te ofenden; haz que ellos también puedan ser acogidos en tu seno maternal, purificados por tus lágrimas benditas, y admitidos a gozar los frutos estupendos de tu maternal misericordia. Amén.


5.-  Momento de Silencio y Meditación






6.-  Renovación Consagración de todos los pueblos al Inmaculado Corazón de María de San Juan Pablo II:




EL Papa San Juan Pablo II consagra a todos los hombres y pueblos al Corazón 
de María    
 (25-III-1984).

«[…] Madre de los hombres y de los pueblos, Tú que conoces todos sus sufrimientos y esperanzas, tú que sientes maternalmente todas las luchas entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas que invaden el mundo contemporáneo, acoge nuestro grito que, movidos por el Espíritu Santo, elevamos directamente a tu corazón: abraza con amor de Madre y de Sierva del Señor a este mundo humano nuestro, que te confiamos y consagramos, llenos de inquietud por la suerte terrena y eterna de los hombres y de los pueblos
«De modo especial confiamos y consagramos a aquellos hombres y aquellas naciones, que tienen necesidad particular de esta entrega y de esta consagración. Nos acogemos a tu protección, Santa Madre de Dios! ¡No deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades!».
«He aquí que, encontrándonos hoy ante ti, Madre de Cristo, ante tu Corazón Inmaculado, deseamos, junto con toda la Iglesia, unirnos a la consagración que, por amor nuestro, tu Hijo hizo de sí mismo al Padre cuando dijo: “Yo por ellos me santifico, para que ellos sean santificados en la verdad” (Jn 17, 19). 
Queremos unirnos a nuestro Redentor en esta consagración por el mundo y por los hombres, la cual, en su Corazón divino tiene el poder de conseguir el perdón y de procurar la reparación.
«El poder de esta consagración dura por siempre, abarca a todos los hombres, pueblos y naciones, y supera todo el mal que el espíritu de las tinieblas es capaz de sembrar en el corazón del hombre y en su historia; y que, de hecho, ha sembrado en nuestro tiempo. […]

Bendita seas por encima de todas las creaturas, tú, Sierva del Señor, que de la manera más plena obedeciste a la llamada divina.
«Te saludamos a ti, que estás totalmente unida a la consagración redentora de tu Hijo. Madre de la Iglesia: ilumina al Pueblo de Dios en los caminos de la fe, de la esperanza y de la caridad. Ilumina especialmente a los pueblos de los que tú esperas nuestra consagración y nuestro ofrecimiento. Ayúdanos a vivir en la verdad de la consagración de Cristo por toda la familia humana del mundo actual.
Al encomendarte, oh Madre, el mundo, todos los hombres y pueblos, te confiamos también la misma consagración del mundo, poniéndola en tu corazón maternal.

Acoge, oh Madre de Cristo, este grito lleno de sufrimiento de todos los hombres. Lleno del sufrimiento de sociedades enteras. Ayúdanos con el poder del Espíritu Santo a vencer todo pecado, el pecado del hombre y el “pecado del mundo”, el pecado en todas sus manifestaciones.
Aparezca, una vez más, en la historia del mundo el infinito poder salvador de la Redención: poder del Amor misericordioso. Que éste detenga el mal. Que transforme las conciencias. Que en tu Corazón Inmaculado se abra a todos la luz de la esperanza». 





7.- Ave de Fátima

HIMNO AVE DE FÁTIMA


El trece de mayo la Virgen María 
bajó de los cielos a Cova de Iria. 
Ave, ave, ave María. Ave, ave, ave María.

A tres pastorcitos la Madre de Dios
descubre el misterio de su corazón. 
Ave…

Haced penitencia, haced oración;
por los pecadores implorad perdón. 
Ave…

El Santo Rosario constantes rezad
y la Paz del mundo el Señor dará. 
Ave…

De vuestros hijitos oh Madre escuchad
la tierna plegaria y dadnos la paz. 
Ave…

¡Qué llena de encantos se ofrece María!
¡Qué bella y qué pura en Cova de ria! 
Ave…






Muchas Gracias por acompañarnos en esta Solemne Novena¡Viva la Virgen del Rosario, Viva su Inmaculado CorazónViva la Reina de la Paz!




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